Vivía bajo sus lágrimas escondida en un
rio de inmensa quietud, Nadie volteaba a ver a soledad y ella inerte llanto
continuo y callado.
Ausente estaba en su propia casa,
lamentando siempre su existencia, alimentándose de indiferencias y buscándole
un sentido a la vida.
Nadie volteaba a ver a soledad, aunque
algunos pocos llenos de tabúes y odio descargaban sus propias desgracias hacia
ella con el instrumento de la deshonra
Soledad estaba sola, ya todos tenían
compañía y ella iris de diablo se refugiaba en el fantasma de lo que fue,
aquellos tiempos en los que el mundo buscaba en sus brazos consuelo, aquellos
años en los que el cielo gris la acompañaba, la lluvia dulce era su más grande
amiga y la noche su confidente.
Soledad desdichada aniquilaba con demencia
los rastros de la presencia de la gente, su muerte dolorosa y lenta se iba
fraguando, poco a poco ciego el mundo la fue olvidando, el sol inmenso salía y
el verano eterno se imponía.
Sus ojos se iban apagando y su misión en
este momento estaba por terminar.
Pocos recordaban a soledad, algunos la
anhelaban de nuevo en sus vidas
Ella quizá reviva algún día, cuando el
mundo y sus apegos entiendan de que se trata la vida, cuando el frio
invierno haga presencia y la gente decepcionada de “alegrías” busque acobijarse
en las mantas de soledad.
Cuando la luz por el horizonte desaparezca
y el mundo gris retorne, cuando la noche cargada de ausencias, reviva la chispa
y aquella amiga que tanto el mundo detesta, humilde decida renacer en aquellos
que con mil penas se unan a la ausencia de compañía... aquella enemiga de
soledad, esa que hace sufrir a los hombres y libera energías… ¡Aquella que no
entiende el verdadero significado de la felicidad!
¡Oh Revivirás mi hermosa soledad!
Tú…la sabia, la amiga, la madre, la muerte.
Un texto cargado de mucha emotividad, de una filosofía tradicional que reverbera en la mente y te hace sentir identificado en cierta forma. La frase "Tú ...la sabia, la amiga, la madre, la muerte." Excelente, casi un todo... ¡Saludos!
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